Lejos del pasto y las tranqueras del campo, y en pleno ruido de las calles porteñas, está la sede que la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) posee en la Ciudad de Buenos Aires.
Está ubicada en una de las típicas galerías comerciales a unos 300 metros del Congreso de la Nación, la 9 de Julio y un tanto más del Cabildo y la Casa Rosada.
Esta semana Infocampo visitó la zona para conversar unos minutos con el nuevo presidente de la entidad, y repasar la extensa agenda de temas que involucran a una de las patas más fuertes que posee Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en su extensión por el país.
Ignacio Kovarsky fue elegido en julio de este año para reemplazar al histórico Horacio Salaverri, hombre de experiencia en la gremial de la zona pampeana, contador de profesión y también productor agropecuario.
Kovarsky, varias décadas menor y uno de los dirigentes gremiales más jóvenes de la actualidad, se decidió en la adolescencia por la veterinaria y así continuar el legado familiar de la producción agropecuaria.
“Ahora estoy acá pero el viernes tengo que estar allá en Trenque Lauquen, inseminando”, contó mientras esperaba que el semáforo habilitara el cruce peatonal de la Avenida de Mayo.
Minutos después, sentado a la mesa de un café, el paisaje sonoro quedaría registrado en el grabador con el que se documentó la entrevista.
Kovarsky se explayó sobre su nuevo rol al frente de Carbap, los cambios que la nueva exposición conlleva por estos días y sus ideas sobre la Mesa de Enlace nacional.
Acompañado por la voz de Julio Sosa a lo lejos, el olor a café recién molido y las medialunas sacadas del horno, no dejó pasar la oportunidad de reclamar directamente al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, por la polémica en torno al Puerto de Quequén.
“Estoy seguro de que alguien le contó mal la cosa”, sugirió.
También pidió que el Gobierno Nacional cambie ahora, antes de la gruesa, el esquema de retenciones. “Con eso vas a hacer que hoy en pleno octubre salgamos a sembrar más. Todavía estás a tiempo”, comentó.
-¿Cómo estás manejando esta nueva función?
-Hoy de alguna manera puedo efectivizar un montón de cosas. A mí me encanta dar juego a la mesa y poder derivar dentro de Carbap de acuerdo al tema. Si necesitás hablar con el Presidente, está bien, pero no está mal decir “llamá a tal”. Y me parece que eso va a hacer que cambie un poco la dirigencia agropecuaria.
–¿Y con qué te estás encontrando?
-Con que es impresionante la demanda que tiene el presidente en las rurales de base y en instituciones como Carbap. Entonces si uno logra hacer el ejercicio de derivar las consultas a quienes saben, la respuesta será mejor y más rápida. Y vos te concentrás en las cosas que te gustan. Y si logramos cambiar un poco eso para mí el gremialismo será mucho más rico, porque un montón de gente se sentirá más valorada y se animarán a ser presidentes de las entidades.
-¿Cuál es tu caso?
-A mí me gusta mucho la parte de estar en contacto con otras entidades o de ver qué podemos hacer junto con las universidades, por ejemplo.
-¿Puede existir el vicio de que un dirigente se obnubile y confunda por el acceso frecuente a los medios y la exposición?
-Mirá: que yo te diga que el rol con los legisladores lo va a llevar una persona que no es el presidente, y bueno, capaz que ese presidente no será muy conocido entre los legisladores. Y si tenía la ambición de llegar algún día a la Legislatura, por ahí esté cediendo lugar. Pero a mí no me interesa.
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-¿Cómo es Carbap en ese sentido?
-Por suerte tengo gente que todo el tiempo me lo hace recordar, porque hay que estar parado sobre la tierra. Es el momento para decir desde este semejante centro de atención que debemos romper con lo que siempre se hizo: que el presidente tenga que saber sobre todo y responder todo, hablar de todo y estar en todos lados. Es un momento lindo para hacerlo.
-¿Cómo es la dinámica con CRA a nivel nacional?
-Hubo renovación dentro de los dirigentes de Carbap que participamos en CRA. Personas que dijeron “yo quiero a CRA, tengo mucho para hacer ahí”. Así que mi rol es decirle al resto de las confederadas que tenemos que ser, en cada en cada momento, la mejor CRA posible. Y eso no es siendo mezquinos, escondiendo cartas o haciendo lo que sea. Internamente tenemos que discutir todo y no podemos estar pensando en dos o cuatro años a ver quién va a ser el próximo presidente. El productor no te elige ni te acompaña para que vos te estés peleando por ‘chiqueteces’ (sic).
-¿Qué rol está jugando Carbap hoy?
-Un rol de construcción. Desde el liderazgo, pero de construcción. Me han llamado todas las confederadas por tema VISEC o la caravana de identificación electrónica, y cuál es la postura nuestra. En las cosas que estamos convencidos no cedemos, pero porque son discusiones sobre temas puntuales, no sobre el liderazgo. Los liderazgos después se van definiendo.
-¿Por quién se siente representado el productor que está dentro de la gremial? ¿Por Carbap o por CRA?
-Me parece que inicialmente por nadie, se dedica a producir y donde note de la política algún ruido, irá a la rural. Salvo aquellos que en algún momento sentimos la inquietud de involucrarnos y tuvimos el bichito de que nos gusta dar la pelea política el resto, en realidad, se dedica a producir.
-¿Y dar la pelea política te puede desviar del foco?
-No. Bah, en mi caso, yo ayer estuve poniendo el dispositivo hasta las 6 de la tarde en vacas. Estoy acá dos días en Buenos Aires, el viernes insemino… así que me parece que no. O al menos no debería ser así. Porque si vivís de la producción no tenés manera. Ya estando en la dirigencia perdés plata o dejás de ganarla.
-¿El vínculo actual de la Mesa de Enlace con el Gobierno es el correcto?
-(NdR: piensa unos segundos) Yo no creo que en la UIA (Unión Industrial Argentina) estén todos los empresarios de acuerdo. Ahora: en lo que están de acuerdo, tienen un gerente que los representa y van para adelante. ¿La Mesa de Enlace debería tener definidos los puntos de acuerdo y los que no tiene acordados? Se dirimirán en otro lugar. Pero no podemos pedirle a la Mesa de Enlace que defienda con las mismas ganas y convencimiento cosas que no son afines.
-¿Por ejemplo?
-Con respecto al VISEC, no todas las entidades tienen la misma visión. Es imposible hablar como Mesa de Enlace. En los temas que estemos de acuerdo como retenciones, presión impositiva, podremos ir como Mesa de Enlace. El resto, por entidades. Y ahí el Gobierno deberá tener la capacidad de escuchar a los dirigentes de acuerdo al tema.
-¿Pero le falta un poco más de organicidad a la Mesa de Enlace?
-Por supuesto. Para mí faltan mesas de “cerrar la puerta y discutamos a fondo esto”. Sí. En los productores quedó del 2008 la idea de la Mesa de Enlace y la unión y demás. Tembló bastante en algún momento la unión. Yo no veo que la Mesa se reúna cada dos meses para discutir un tema. Muchas entidades buscan protagonismo y cerrar ciertos negocios por los intereses propios y no les conviene sentarse periódicamente cada dos meses.
-¿Cómo es el caso de CRA?
-Yo creo que CRA está para hacerlo porque no tiene nada que esconder y tenemos un presidente que para mí es híper transparente en la manera de hablar y de pensar, y que es muy consecuente con lo que le piden las confederadas. Carlos Castagnani refleja lo que se habla en los consejos de CRA.
-¿Por qué le pidieron una audiencia al gobernador Axel Kicillof?
-Somos una mesa nueva que asumió el 25 de julio y entendemos que, como entidad con la mayor cantidad de productores representados en Buenos Aires y La Pampa, necesariamente tenemos que hablar con el gobernador. Sí hemos tenido diálogo de trabajo con el ministro, pero yo entiendo que un presidente de Carbap tiene que tener línea directa con el gobernador. Si se deja guiar por “mesas agropecuaria ampliada de la agricultura”, con esos títulos enormes, no está hablando con la producción. Entonces como hasta ahora no hemos tenido los canales válidos para lograr tener acuerdo se pidió una audiencia para que nos conozcan y charlemos un poco.
-¿Qué le transmitirías con respecto al Puerto de Quequén?
-Lo quiero escuchar para entender cuál es la razón por la cual la Provincia piensa que necesita meterse en un negocio que hasta ahora funcionó bien. Y que no hemos tenido quejas. ¿Qué es lo que lo motiva? Porque no lo quiero interpretar sino que nos lo diga, y estoy seguro de que alguien le contó mal la cosa.
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-¿Qué ven desde Carbap?
-Que primero no hay una oportunidad, y segundo, no hay necesidad. No hay productor que si quisiera exportar no pueda, no hay manejos de recursos ni de negocios que no sean transparentes. Entonces, la Provincia tiene poco que hacer ahí. Nada en realidad. Será pedirle al señor gobernador que retire ese pliego y que la presidenta del consorcio presente otro sin la opción de que la Provincia tenga el 30% de participación.
-¿La disputa política del peronismo puede pesar en su decisión de recibirlos?
-Sí, hay que ver si el gobernador entiende que es una reunión de trabajo y si un debate con Carbap puede redituarle o no en esa foto política.
-¿A ustedes les puede pasar lo mismo?
-Por supuesto, pero si querés generar los cambios en la política, para que salgan lo más parecido a lo que necesitamos para producir más y mejor me tengo que sentar.
-¿Por qué sostienen que la Provincia no tendría operatividad para realizar las exportaciones?
-La Provincia va a generar semejante desconfianza en el puerto, que tenemos miedo que los productores se vayan a exportar a Bahía Blanca. Entonces va en contra de la zona y los puestos de trabajo. Y no va a haber oferentes que quieran licitar en un pliego donde el Estado se está metiendo en un 30%. Hay oferentes que se han metido a hacer llamados y cuando empezás a buscar un poco de dónde vienen, no son los deseables para un negocio transparente y confiable. Y en el agro, donde nos manejamos por la confianza, por la palabra donde se prestan cargas entre los exportadores con buen visto del consorcio, que el Estado se meta ahí va a romper todo eso. Será un puerto que quedará postergado 20 años, que es lo que dura un pliego. Tiene mucho más para perder la provincia de Buenos Aires con lo que está pidiendo el gobernador, que con lo que tiene en un nuevo pliego licitatorio que de verdad queremos que se licite.
-¿El capítulo sobre el Impuesto Inmobiliario Rural quedó saldado o quedan algunos puntos todavía por dirimir?
-La última reunión que tuvimos, que fue el 23 de abril de este año, que habíamos pedido una audiencia con legisladores. El gobernador se adelantó y nos pidió dos días antes una reunión en privado. Y nos dijo que “yo con las entidades que están preocupadas voy a rever estos datos que me están pasando y voy a contestar con una propuesta”. A los dos días nos juntamos con los legisladores.
-¿Qué les dijeron?
-Por supuesto, todo el arco opositor que la había votado nos pidió disculpas. Nos dijeron que “le habían errado”. Que habían sido errores de interpretación de la ley. Y cuando nos juntamos con el oficialismo dijeron que iban a presentar una nueva propuesta, a los 15 días. Nunca nos llamaron. El nuevo proyecto impositivo, así como pasa por todos los gremios, tiene que pasar por las manos de la Mesa de Enlace o por lo menos de Carbap.
-Ustedes fueron la única gremial que salió a manifestarse en contra de la postulación del juez federal Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema de Justicia, impulsado por el Presidente Javier Milei. ¿Por qué decidieron comunicar esa postura?
-Porque no hay noticia que no haya circulado, no hay entidad que no haya sembrado la sospecha, pero nadie se animó a decir nada. Y si de verdad queremos terminar con la corrupción, si de verdad queremos dar seguridad jurídica a las inversiones y si de verdad queremos construir un país en los cuales los poderes no se atropellen unos con otros, la persona que esté en ese lugar no puede tener tanta sospecha. Entonces como dirigentes jóvenes nos parece que la construcción del futuro de la Argentina tiene que ser como brega este Gobierno: transparente, sin corrupción.
-Entienden que Lijo no sería el mejor candidato para ello.
-No estaría siendo una persona con los pergaminos para ocupar ese lugar. No habrá inversiones extranjeras si no tienen la seguridad jurídica de que no se van a cambiar las leyes según la conveniencia, no creemos que sea con la persona que ha dormido tantas causas de corrupción quien nos asegure que la Argentina va a salir de la corrosión y el cáncer que ha sido eternamente la corrupción. Estamos orgullosos de haber dicho lo que dijimos.
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-¿Y te sorprende que hayan sido los únicos?
-No sé lo que hacen los demás, nosotros lo debatimos en el Consejo de Carbap y se decidió que sea así. Al resto, habrá que preguntarle. No lo sé. Pero sí tiene que ver con las ganas de verdaderamente construir un país distinto al que tenemos. No parece ser un indicio de un país distinto donde sobre la persona que va a ser elegida se están corren tanto rumores, no sólo de cómo fue su actuación anterior, sino de a cambio de qué se está haciendo esa elección.
-¿Las retenciones ya podrían haber bajado? Hay economistas que están planteando esa idea abiertamente.
-Sin ser economista, por ser veterinario, pero sí conociendo por dónde pasa hoy el el día a día del productor, tienen que bajar. No te estoy pidiendo que me la bajes hoy para para liquidar y demás porque la liquidación de granos fue la mejor en los últimos tres años. Sino que si querés superar los u$s 15.000 millones que todos los años los productores invierten en agricultura tenés que hacer una baja gradual de retenciones. Hoy necesitás que la gente saque la plata de donde sea y la ponga a girar, y la única manera que hay es dando mejores expectativas porque con eso vas a hacer que se compre una maquinaria, más fertilizante o que se animen a sembrar algo más de maíz.
-¿Cuál sería el plan?
-Hay que sacarle la retención al trigo, bajar las del maíz y dar una perspectiva de una baja de soja. Con eso vas a hacer que hoy en pleno octubre salgamos a sembrar más. Todavía estás a tiempo de mostrar señales para que se siembre más.
-¿Qué estás viendo climáticamente? De cara al Presupuesto 2025 el Gobierno se aferra a una mayor recaudación gracias a un mejor resultado de la campaña.
-Nosotros todavía estamos en historia vieja: logramos esta semana que saliera en el Boletín Oficial la homologación Nacional de Emergencia para Buenos Aires, mientras seguimos peleando por la de La Pampa. De la temporada pasada. ¿Cómo un productor al que le mueren las vacas en el campo tiene que pagar anticipo de ganancias? Hoy la foto es que el sudeste para mí está con un perfil equilibrado cargado, está bien y empezó a llover, increíblemente por época. Zona Núcleo viene lloviendo y sí el noroeste de Buenos Aires está recontra castigado.
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-¿Qué zonas?
-Realicó en La Pampa, pero también Villegas, Pellegrini o Trenque Lauquen en Buenos Aires. Eso está seco, seco. Complicadísimo. Los trigos están flacos, no avanzan y estamos complicados para encarar la gruesa. Nos dicen que a partir de octubre va a llover, pero no lo sé. En Trenque necesitamos mínimo 50 milímetros para empezar a hablar para animarnos a sembrar, hay que recordar que el oeste es arenoso, caluroso y ventoso.
-¿Qué pasa con el productor que iba a sembrar y no puede?
-Puede que salgas a sembrar menos o te asocies con otro para aguantar el “sogazo”. Porque el riesgo es que estás solo o lo trates de minimizar compartiendo riesgos. Al clima no lo podés manejar pero seguramente te animes un poco más si te bajan las retenciones. Necesitás un incentivo. Lo mismo con los vientres. Producir tenés que producir, porque si no sembrás ahora, ya está. Te quedaste hasta el otro año sin cobrar un mango. Y ahí es donde te salís a asociar.